Las manifestaciones de la Nueva Revelación no se limitan a los daños
ecológicos de toda índole, «que dañarán gravemente la tierra» y tampoco
a las epidemias y el hambre, sino que sin lugar a dudas, demuestran que
también ocurrirán catástrofes de otra clase, por ejemplo: cambios geológicos de una envergadura inconcebible, sacudirán nuestro planeta y
provocarán el miedo y la angustia entre el hombre. En base a las siguientes
manifestaciones, debemos hablar de un tiempo fina! para la humanidad. Se habla
de que «tendrá lugar una selección general del ser humano, por el fuego
y sus armas, y luego, Yo mismo comenzaré una nueva escuela para los verdaderos hombres en esta tierra, que persistirá hasta el
final de los tiempos».
(Gr VI 150, 17).
Repetidas veces se dice que la evolución catastrófica se efectuará paso
a paso. «Hacia el final del tiempo anunciado llamaré a profetas cada vez
más importantes, y junto con ellos también los juicios serán más abundantes y extensos.» (Gr VI 150, 15).
El tiempo exacto del comienzo del tiempo final, viene claramente
indicado por dos aspectos. En primer lugar se dice que antes se inventará la
máquina de vapor, que «los vehículos más pesados correrán a tanta velocidad
como una flecha» y «los barcos se enfrentarán a cualquier tormenta».
Pronto después de este tiempo, leemos lo siguiente: «la vida en la tierra
se volverá difícil para lo hombres». «Las guerras comenzarán, habrá una
gran carestía y hambre. » (Gr III 33, 4). «Un pueblo se levantará contra
otro.» (Gr VI 150, 15), (I Guerra Mundial, II Guerra Mundial, Guerra de
Corea, guerras en África, en Vietnam, en Camboya, en la India, Pakistán
y en el Próximo Oriente).
«La ciencia y la técnica lograrán los éxitos más grandes, pero la
consecuencia será la pérdida de la fe.» «La mentalidad naturalista de tales sabios
corrompe con su ejemplo a miles de hombres.» (Gr VIII 181, 16).
Uno de los signos del comienzo del tiempo final son también las
dictaduras de Stalin y de Hitler. (Gr I 72, 2).
Finalmente se hace referencia al enorme armamento en el mundo
actual. «Grandes ejércitos armados se pondrán en pie de guerra, lo que nunca
es la actuación del Espíritu Santo. A estas actuaciones en su contra seguirá
un gran juicio.» (Schriftt., pág. 61).
Jesús comunicó a sus apóstoles la fecha del gran juicio
como sigue: «Hasta que esto ocurra pasarán mil años y otra vez casi mil años más».
Como otro indicador del tiempo final, Jesús habla de la decadencia de
la Iglesia Católica, preanunciándola a sus apóstoles: «se adulterará de un
modo egoísta la Palabra Revelada». (Gr VI 149, 13).
Las disputas entre las diferentes confesiones, que duran ya siglos,
«provocarán discordias y altercados» y cada cual «pretenderá de trasmitir él
solo la verdad pura y completa». La doctrina de Jesús sufrirá cambios, «pero
el esqueleto perdurará». (Gr X 152, 10-11). «Los fieles se apartarán en
masa» (de la Iglesia Católica, el autor) (Gr VI 151, 12). «Colocad vuestra mano sobre el corazón viejo y cansado de la Iglesia, y si no sois más ciegos
que el centro de la tierra, veréis que ahora es el gran día.» (Hi I, 308, 13).
«No os preocupéis de lo que pasará con Mi doctrina con el tiempo, Yo
sé lo que ha de ocurrir en este mundo.» (Gr VI 151, 13). «Mi Espíritu,
que es el Espíritu de la Verdad, despertará entre los hombres acosados de
múltiple manera, y comenzará a brillar el sol de la vida (espiritual).» (Gr
IX 0, 2). «En este tiempo Mi doctrina será dada a los hombres, no de forma velada, sino desvelada completamente en su sentido celestial y espiritual
(la Nueva Revelación, el autor), y la Nueva Jerusalén que bajará de los
cielos a la tierra, consistirá en esto.» (Gr IX 90, 2).